¿Qué ocurre después con mi sangre?
El proceso continúa. Una vez que donas sangre, empieza el trabajo de fondo. No sólo el donante debe ser responsable de su acción y controlar si se encuentra en uno de los grupos de “autoexclusión” o “riesgo”, sino que, para garantizar la seguridad de la “calidad” de la sangre, se efectúan diversos análisis. Cualquier alteración importante, es comunicada de inmediato y de forma confidencial.
La sangre se somete a una serie de exámenes:
- Determinación del grupo sanguíneo.
- Determinación de anticuerpos irregulares.
- Determinación de sífilis.
- Determinación del VIH (SIDA).
- Determinación de hepatitis B y C.
Después se separa por componentes, así el paciente recibe sólo lo que necesita y con una sola donación se ayuda a varios enfermos.
En el Banco de Sangre, la sangre se separa en:
• Concentrado de hematíes (glóbulos rojos).
• Concentrado de plaquetas.
• Plasma fresco (éste se utiliza para trasfusión -un 25%- y para fabricar hemoderivados farmacéuticos que se administra también a los pacientes, pero en forma de medicamentos).